Hábitos de vida saludables para los niños/as

Hace un mes recibí la invitación de asistir como “especialista” al colegio donde estuve escolarizada, para hablar de ergonomía y de hábitos de vida saludables a los niños de cuarto curso.

La verdad es que inicialmente la idea me asustó un poco, porque entre otras cosas no me gusta hablar en público, y reconozco que tenía mis dudas si llegaría a captar la atención de los niños. Además nunca sabes qué preguntas pueden surgir de esas pequeñas cabezas!

Estuve unos días preparando la presentación, buscando fotos, intentando sonsacarles ideas a mis compañeras, envié la presentación a una profesora para que vieran si los contenidos se adaptaban a los niños de cuarto, después del visto bueno aún realicé modificaciones…. pero quería conseguir que captaran mi pasión por la fisioterapia.

Por fin el pasado martes llegó el día, llegué a “mi antiguo cole” y no sabéis cuántos recuerdos me invadieron al subir aquellas escaleras, si parece que fue hace dos días que estaba subiendo como alumna!

La verdad es que, una vez pasados los primeros nervios, disfruté muchísimo de la experiencia. Empecé hablando de qué es la fisioterapia y algunas de sus especialidades, ya que creo que estas nuevas generaciones debían conocer el papel tan importante que tenemos en la sociedad actual, y dejar atrás el estereotipo de “masajista”. En concreto uno de ellos (con una leve discapacidad intelectual) se quedó muy sorprendido al hablarle del trabajo con los parapléjicos y su nueva vida en una silla de ruedas, y se animó a hacer preguntas sobre el tema, porque le pareció muy curioso que parte de nuestro trabajo se basara en enseñarle a una persona cómo manejar una silla de ruedas.

Antes de centrarnos en la anatomía de la espalda y  en la importancia de las buenas posturas, lancé una pregunta: ¿cuántos de vosotros habéis oído quejarse a vuestros papás y a vuestras mamás de dolores de espalda? Obviamente no hubo un niñ@ que no levantara la mano.

Empezamos hablando de qué posturas debemos adoptar evitar los posibles dolores futuros, tanto sentados en la silla como acostados, además de enseñarles cómo distribuir la carga en sus mochilas y cuál es la altura adecuada de la mochila (aunque un niño destacó que los “mayores” no la llevaban así). También recordamos lo importante que es hacer ejercicio físico regularmente, y comer sano y variado para prevenir el sobrepeso.

Después de una tanda larga de preguntas, en las que salieron  a la luz lesiones propias y de muchos miembros de su familia, concluí la exposición remarcando la importancia que tiene que a día de hoy se tenga una cuidado especial a la espalda y del cuerpo en general, para que cuando fueran “mayores” no sufrieran esos dolores de los que tanto habían oído hablar.