La neuropatía del pudendo o atrapamiento del nervio pudendo se caracteriza por un dolor neuropático perineal o pelviano, y que puede asociarse a disfunción urinaria, anal e incluso sexual. Principalmente los signos que presenta el pacientes sirven de sospecha clínica en la valoración de fisioterapia pero el diagnóstico médico se confirma derivándolo al especialista y tras realizar una electromiografía (en la mayoría de los casos).
El nervio pudendo es un nervio mixto (sensitivo y motor) que se encuentra en la región pélvica y que inerva los genitales externos de ambos sexos, así como también los esfínteres de la vejiga urinaria y del recto. Tiene un papel fundamental a nivel sexual pues sus ramas sensitivas inervan todas las estructuras sensitivas de los genitales en ambos sexos siendo el responsable de las sensaciones placenteras del orgasmo. Además, sus ramas motoras, se encargan de las contracciones musculares de los músculos isquiocavernosos y bulboesponjosos que acompañan al orgasmo en mujeres y la eyaculación en los hombres.
Revisando los estudios parece que su prevalencia no está bien establecida aunque indican que es más frecuente en mujeres que hombres a partir de los 40 años . Ahora bien, en mi experiencia debo señalar que hasta ahora son muchas más las mujeres que se animan a buscar ayuda ante la presencia de algunos síntomas. De hecho, todas las mujeres que he tratado han previamente diagnosticadas, tras muchas visitas a especialistas (algunas incluso durante años) habiendo sido diagnosticadas previamente de otros síndromes. En estos casos, al fallar el tratamiento indicado inicial y seguir buscando solución a sus síntomas, finalmente has sido diagnosticadas y derivadas a un tratamiento indicado, que normalmente se basa en un tratamiento multidisciplinar : tratamiento farmacológico, fisioterapia especializada en suelo pélvico, infiltraciones (han evidenciado su buen resultado en los estudios consultados y en mi propia experiencia) y quedando reservada la intervención quirúrgica en casos muy extremos (muy poco frecuente)
La clínica que me he encontrado suele ser parecido a un síndrome miofascial del suelo pélvico, lo que hace que centre el tratamiento de fisioterapia especializada en ello. El dolor neuropático, suelen definirlo con sensación de quemazón, escozor y en algunos casos calambres que van a diferentes zonas, pudiendo ser a cualquier estructura de las que queda inervada por el nervio pudendo. Este dolor no es siempre constante, de hecho cambia según va pasando el día o incluso dependiendo de determinadas actividades cotidianas, deportivas o hábitos nutricionales.
Se describe entre las posibles causas de esta neuralgia periférica:
-Traumatismo directos sobre la zona (caídas tanto a nivel deportivo como en actividades de la vida diaria)
-Estreñimiento agudo.
-Compresión mantenida sobre la zona (ciclismo, hípica, trabajos en sedestación prolongada)
-Cirugía previa ginecológica (cistocele, quistes, fistulas)
-Partos largos o instrumentados
-Infecciones, herpes.
En estos casos, cuándo el fisioterapeuta sospecha del diagnóstico, lo más adecuado es derivarlo a un especialista (neurólogo, ginecólogo y colonproctólogo) según el caso para realizar pruebas complementarias que finalmente confirmen el diagnóstico. Es importante para que así, y como ya he indicado con un tratamiento multidisciplinar para tratar cada uno de los síntomas, y sobre todo si ya está cronificado en el tiempo, poder obtener una disminución de estos síntomas buscando una mejor calidad de vida para el paciente.
Fuente imagen del recorrido del nervio pudendo: Revista colombiana de anestesiología