Hábitos orales nocivos en la infancia

 

Al hablar de hábitos orales nocivos, hacemos referencia a aquellos hábitos relacionados con la boca y la esfera orofacial que, si se prolongan en el tiempo, pueden afectar al desarrollo craneofacial y a las funciones orofaciales que dependen de él.

Durante la etapa infantil, los hábitos orales nocivos que aparecen con mayor frecuencia son la succión del dedo, morderse las uñas, morderse el labio inferior, morder o chupar los picos de la ropa, chupar y morder objetos como los lápices, el uso prolongado del chupete, la respiración oral (a través de la boca), etc.

La permanencia en el tiempo de estos malos hábitos orales puede repercutir negativamente en el desarrollo craneofacial generando, por ejemplo:

– Alteraciones en la mordida, causando mordidas abiertas, cruzadas, etc.

– Alteraciones en el paladar, como en el caso de los paladares altos y estrechos.

– Modificaciones en la posición de los dientes.

– Alteraciones en el tono de la musculatura.

– Alteraciones en la posición de reposo de la lengua o los labios, entre otras estructuras. Como, por ejemplo, los casos en los que la lengua descansa sobre los dientes inferiores o incluso sobre el labio inferior.

– Entre otras cuestiones.

A consecuencia de esto, también pueden verse afectadas las funciones orofaciales que dependen de estas estructuras como, por ejemplo, alteraciones y dificultades en la masticación, en la deglución, en el habla, etc.

Es por ello que prevenir, detectar y tratar estos malos hábitos orales se convierte en una tarea importante.

Los profesionales encargados de tratar estos malos hábitos orales son los logopedas que, en muchas ocasiones, trabajarán de forma conjunta y coordinada con odontólogos, ortodoncistas o, incluso, otros profesionales en los casos en que se requieran.