La importancia del gesto de señalar en los bebés

Aunque el momento de que los bebés produzcan sus primeras palabras suele ser un momento muy especial y esperado por las familias, antes de que esto ocurra, nuestros bebés ya se están comunicando con nosotros.

Desde los primeros meses de vida, los bebés utilizan el llanto, la risa y otros medios para comunicarnos su agrado o desagrado ante diversas situaciones.

A los 6 meses aproximadamente comienza el balbuceo de los bebés, que poco a poco se irá perfeccionando hasta dar lugar a las primeras palabras. 

Sin embargo, es importante conocer que, a partir de los 8 meses de vida aproximadamente, los bebés son capaces de comprender el significado básico del gesto de señalar que hacen los adultos, con el objetivo de focalizar la atención sobre un determinado objeto, persona o acontecimiento. Y es sobre los 10 meses aproximadamente cuando los bebés comienzan a señalar con una clara intención comunicativa.

Muchos científicos que han participado en diversos estudios al respecto, han concluido que, el gesto de señalar con el dedo es uno de los primeros gestos comunicativos del bebé. Es una conducta prelingüística, ya que suele aparecer antes que el habla y puede tener diversas funciones. El gesto de señalar puede servir para pedir y demandar (como cuando señalan un juguete que está fuera de su alcance con el objetivo de que se lo demos), para compartir algo que para ellos es interesante (por ejemplo, cuando señalan algo que les llama la atención, como un tren que pasa), … Con este gesto, los niños quieren que prestemos atención al mismo objeto que está siendo de su interés, lo cual se denomina atención compartida.

Para ayudar a nuestros hijos a que señalen, primero debemos hacerlo nosotros, debemos ser el modelo. Para ello, podemos explotar pompas con el dedo, señalar partes del cuerpo, señalar objetos llamativos, etc. Y prestar atención a aquello que los niños señalen.

Una buena estrategia para que los niños vayan adquiriendo y ampliando vocabulario es nombrar aquellas personas, objetos o acontecimientos que el niño señale, aprovechando que están siendo de su interés y que está motivado a prestarles atención. Por ejemplo, si el niño señala un tren de juguete, podemos decirle: “un tren, es muy largo este tren y, ¿sabes qué hace el tren?, CHU-CHU”. De esta manera, fomentaremos el vocabulario de los niños y compartiremos la atención.