Hoy en día es indiscutible los beneficios del ejercicio físico para la población en general, y en los últimos años, se han demostrado también durante el embarazo siempre que no existan contraindicaciones médicas. Entre estos beneficios está: la mejora las capacidades físicas de la mujer, evita problemas del sistema musculoesquelético debidos a los cambios fisiológicos del embarazo, mejora la diabetes gestacional, prepara el suelo pélvico para el parto y mejora el estado psicológico por la liberación de endorfinas.
Historia clínica previa:
Como en cualquier sector de la población, antes de realizar un programa de ejercicio físico terapeútico debe de tenerse en cuenta unas premisas como es la autorización del médico o la historia clínica y evaluación física actual y previa al embarazo para descartar algún motivo por el que no se pueda realizar dicha actividad. La historia clínica también determina la adaptación del ejercicio a cada paciente. También hay que señalar que normalmente se indica la realización de ejercicio a partir del tercer trimestre (para asegurarse la implantación), sobre todo cuándo no se estaba realizando ejercicios previos al embarazo.
Motivos para mantener una musculatura de suelo pélvico fuerte: sus funciones:
● Funciones de continencia: el suelo pélvico controla los esfínteres para una correcta micción y defecación.
● Función sexual: unos músculos perineales tonificados mejoran la calidad de las relaciones sexuales
● Función de sostén: el perineo sostiene la vejiga, el útero, la vagina y el recto.
● Función reproductiva: el periné es el último obstáculo que debe salvar la cabeza del bebé. Un suelo pélvico fuerte ayuda a que la cabeza del bebé rote y se produzcan las contracciones reflejas del útero (reflejo de pujo), favoreciendo la fase expulsiva del parto.
La contracción activa de periné se realiza en la fase de espiración y está recomendada en combinación con otros ejercicios, como pueden ser los siguientes indicados en las fotos. Hay que recomendar sin embargo la valoración previa de un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico para asegurar la correcta ejecución de los mismos, pues muchas veces no se realizan bien y por tanto, no se consiguen los beneficios esperados.
La potenciación de glúteos y transverso abdominal es fundamental en el trabajo junto a la musculatura de suelo pélvico. Este ejercicio se puede adaptar de diferentes formas dependiendo de la forma física de la paciente.
La anteversión y retroversión de pelvis es importante realizarla en diferentes posturas, ya sea tumbada, sentada o en bipedestación.
Sin forzar la postura, tenemos que buscar cómo trabajar la musculatura erectora de espalda y cuello, así como toda la musculatura que forma el core y suelo pélvico.
La rotación de fémur contribuye a la movilización de todos los ligamentos que forman la pélvis ósea y por tanto, a la apertura de pelvis mayor y menor.
Las posturas en cuadrupedia (cuatro patas) están indicadas en la colocación del bebé de cara al parto, así como para activar transverso abdominal de forma más intensa.
Como he señalado antes, la anteversión y retroversión de pelvis hay que trabajarla mucho durante todo el embarazo así como de cara al trabajo de parto activo.
Hay muchos otros ejercicios que se pueden adaptar en esta etapa, siempre en función del estado de la paciente como siempre decimos y supervisados por un profesional cualificado.
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