Suspensión durante la dilatación y el parto

Ya está más que demostrada la importancia del movimiento durante el embarazo, no sólo por el bienestar general para la madre y el bebé si no por el beneficio sobre la propia dinámica de la apertura de la pelvis en su camino hacia el proceso del parto. Desde la fisioterapia especializada en suelo pélvico promovemos todo ello ya sea en la consulta o en las clases grupales.

La pelvis ósea es una estructura en forma de embudo que se estrecha hacia abajo. Está limitada posteriormente por el hueco sacro, el cóccix y lateralmente por los dos huecos iliacos (o coxales). Todos estos huesos se unen entre sí mediante articulaciones que permiten pequeños movimientos entre ellos, de la misma manera que la pelvis se une al fémur o a la columna vertebral mediante articulaciones. Gracias a estos sistema ¡nos podemos mover! el movimiento es fundamental para relacionarnos con el medio, andar, bailar… y cómo no ¡para el embarazo y el parto!

Durante todo el proceso del parto, una vida activa hace que estas articulaciones sean mas móviles y por tanto se favorezca el propio movimiento de apertura pélvica que necesita el bebé, por lo que no es difícil entender que en el propio parto, todo movimiento también favorece la correcta colocación del bebé de cara a la fase expansiva. En otro post “ejercicios para la dilatación en el parto” señalamos diferentes posturas que pueden ser útiles para la madre, siempre y cuándo ella lo necesite y ante todo escuchando las señales de su propio cuerpo, pero hoy vamos a centrarnos un poco más en posturas que pueden ser interesante mediante posiciones y ejercicios de suspensión.

Recordemos que estos ejercicios se realizan en la primera fase del parto (la dilatación):

– Primera parte: La dilatación. Se corresponde al inicio de contracciones de parto, dilatación del cuello del útero y descenso de la cabeza del feto por el canal del parto.

– Segunda parte: El expulsivo. Es la parte final del parto.

– Tercera parte: El alumbramiento. Corresponde a la salida de la placenta.

La suspensión de brazos durante la dilatación es una postura que instintivamente muchas mujeres buscan, bien apoyadas en sus parejas, en la pared o incluso en alguna barra que tengan cerca ¿porqué? porque escuchan su cuerpo y es “lo que les pide el cuerpo” (que al final es lo más importante) ahora además sabemos que esta posición ayuda en la apertura de la pelvis y la sujeción del útero para favorecer la bajada del bebé.