Niños con “Lengua de Trapo”

logopedia infantil yecla

Es posible que en alguna ocasión hayamos escuchado o utilizado la expresión coloquial “tener la lengua de trapo”, haciendo referencia a los niños pequeños que no pronuncian adecuadamente algunos sonidos del habla o algunas palabras como podría ser, por ejemplo, pronunciar “aba” por “agua” o “toche” por “coche”.

Cuando los niños comienzan a decir sus primeras palabras, alrededor de los 12 meses de edad aproximadamente, estas suelen consistir en aproximaciones similares a las palabras que quieren decir, como ocurre en los ejemplos expuestos anteriormente. Esto es así debido a numerosos factores, entre ellos están que los niños necesitan práctica para mejorar sus habilidades discriminatorias y articulatorias, para así poder reproducir adecuadamente todos los sonidos que forman parte de las palabras y utilizarlos en el orden adecuado. Además, a esto se suma que todos los sonidos del habla no aparecen en el mismo momento evolutivo, sino que los niños los van adquiriendo progresivamente, desde los sonidos más sencillos (como son los fonemas /m/ o /p/) hasta los más complejos (entre los que se incluye el fonema /r/ múltiple).

Para acompañar y estimular este proceso de aprendizaje en los niños pequeños, podemos poner en práctica algunas estrategias como las que se presentan a continuación:

  • No debemos emplear las palabras incorrectas que usan los niños pequeños. Es cierto que, en ocasiones, las variantes que forman los niños cuando tratan de pronunciar alguna palabra (como, por ejemplo, puede ocurrir al pronunciar “nuna” en lugar de “luna”) pueden llegar a ser una forma entrañable o divertida, pero nosotros no deberemos utilizarlas. Es aconsejable que siempre empleemos las formas correctas de las palabras para evitar crear confusiones en los niños y reforzar que continúen utilizándolas de forma inadecuada.
  • No debemos regañar a los niños por no pronunciar adecuadamente una palabra, ni pedirles que la repitan una y otra vez. Debemos de tener en cuenta que estos errores de pronunciación aparecen porque el niño todavía no ha adquirido la suficiente habilidad para poder reproducir adecuadamente algunos sonidos o combinaciones de ellos.
  • Es importante dedicar tiempo para hablar y jugar con los niños, mostrarles que disfrutamos conversando con ellos, ofrecerles un modelo correcto que imitar y seguir, y darles oportunidades de aprendizaje en las actividades de la vida cotidiana.

Incorporar estas pequeñas estrategias en el día a día con los niños es una forma de ayudarlos a estimular las habilidades de lenguaje y pronunciación.

En los casos en los que observemos que los niños no incorporan adecuadamente todos los sonidos del habla, lo hacen de forma muy enlentecida o se tengan dudas respecto a la evolución que están siguiendo, lo aconsejable será consultar con un logopeda colegiado que pueda valorar el caso individualmente y ofrecer las respuestas necesarias.